Puerto Real (Cádiz) 20:30 horas. Punto de encuentro: estación de tren.

Ahí nos encontrabamos mi susodicho y yo esperando el ansiado momento. Voces conocidas: la de Ana y Heliopolis. Caras, solo una foto de Helio. Con tal cantidad de datos, empezamos a imaginar. Si en la estación veíamos parejas, podía ser la de Malatesta (aunque pronto lo deseché porque no había nadie con espadachín en mano), que era una chica sola, seguro que podía ser Evita... al final, ninguno de ellos. Llegaron posteriormente todos y pudimos poner cara a tantas letras antes leídas.
Primera impresión buena, parecía que la cosa no iba a estar mal.
De ahí, fuimos a cenar y comenzar a tomar contacto con los manjares de esa tierra sureña, y que en mi caso hubiera sido mejor si el estado en que se encontraba mi estómago después del viaje hubiera sido otro. Experiencias, risas, anécdotas, llamadas...
Segunda impresión: aún mejor.
De ahí, al carnaval, y nosotros los raros por ir "de calle", aunque ya teníamos bastante con quitar esta careta virtual que vemos por aqui. A excepción de Malatesta cuya imaginación nos sorprendió por ser tan original como sencilla. A mi no se me habría ocurrido. Y no, no llevaba sombrero ni espada, eso hubiera sido ir sin disfraz ;) Y bueno, un gorro de chino "con coleta" que le teníamos Ana, Eva y yo preparado a Heliopolis para superar viejos traumas ;p
La siguiente parada la tenían Peter y sus amigos, y ahí conocí a un espectacular "personaje" mitad superman, que a estas alturas me sigue costando imaginar vestido con unos vaqueros y dando una de sus clases magistrales: el principe Totito. Con sus chirigotas y en su bar nos echamos unas risas mientras fuera parecía que el cielo descargaba todo el agua que podía para arruinar algún que otro disfraz. ¿Y el sol de Cádiz? por un momento dudé si me encontraba en alguna otra parte del país por el frío, viento y agua que tuvimos. De ahí a ver más disfraces y el ambiente cuando el agua nos dejó y el disfraz de Evita que habíamos dejado en una parada anterior.
Tercera impresión: superandose en cada momento.
Siendo ya de madrugada terminamos nuestro encuentro bloguero que espero que haya dejado en todos el mismo buen sabor que a mi.
Impresión final: inmejorable.
De hecho fue tan buena que volvimos a ver a algunos de los asistentes en los otros tres días que hemos pasamos por la zona para ver los coros, chirigotas, o simplemente tomar un café. Lo que no me esperaba fue una última sorpresa que tuve en uno de estos "cafés". Aparcamos el coche sin percatar que nos habíamos cruzado con otro bloguero invitado por Malatesta a la reunión (¿o debo decir cuatro?). Dejando a Arisco, Díscolo, Mizerable e incluso Picajoso en casa, acudió un quinto mucho más agradable. De verdad que fue una grata sorpresa.

Con todo este relato, creo que sobra decir como lo pasamos. He conocido la cara de gente que ya pensaba maravillosa, desde un catalán muy "calladito" con corazón sureño, una sureña estupenda con corazón en el norte, una joven geisa con un espejo muy dulce, un espadachín sin espada tan genial como artista que junto a su "cari" son un verdadero encanto, un principe amarillo simpatiquísimo con toda la guasa del Sur hasta un quinto elemento aún mejor que los cuatro que ya conocía.

Ah! sí, se me olvidaba. Como prueba gráfica del evento, aquí os dejo una foto hecha con la ya tradicional máquinilla de afeitar de Heliopolis que las sacó como siempre, perfectas para ser publicadas.



Muchas gracias a todos por hacernos pasar unos días estupendos e inolvidables que sin duda habrá que repetir... y ya sabeís que os esperamos en Madrid.