Hoy estaba de vacaciones (si, ya sé que es raro tener vacaciones nada más empezar un curro, pero he tenido esa suerte), y pensé que era el día perfecto para comer con mis antiguos compañeros de trabajo y ver como les iba. Todo era normal, reencuentros, historias del día a día...
Ya hace casi un mes que no les veía y me he comprobado que no se habían olvidado de mi, hasta tal punto que me tenían una sorpresa preparada... un montón de regalos!!! Así que he vuelto cargada de bolsas con ropa, colonias, jabones, una mochila...
Sé que ninguno de ellos leerá esto (bueno, eso nunca se sabe, pero no que yo sepa), pero además de darselas personalmente, quería darles las gracias por hacerme sentir alguien importante en el grupo, y que, aún después de mi marcha, siguen acordandose de mi...
Estos son los detalles que te hacen pensar que ha merecido cualquier sufrimiento laboral y que hacen sentirme orgullosa de haber pertenecido al equipo.
Un besazo a todos ellos.